Entre tanto sentimentalismo de recuerdos (sí, lo reconozco, me encanta buscar en el baúl de los recuerdos) encontré anécdotas graciosas de mi época estudiantil y me gustaría compartirlas con vosotros y sacaros una sonrisa o similares, amigos lectores (también me podéis tirar tomates).
- La escoba, ese objeto polivalente:
Profesor/a: Para el examen de mañana traed una regla para los triángulos…
Alumn@: ¿Y si no tenemos?
Profesor/a: Pues te coges un palico de casa… un palico de escoba.
- Diferente visión del tiempo:
Alumn@ 1: ¿Cuánto queda?
Alumn@ 2: Un minuto muuuuy largo.
Alumn@ 1: Sí, un cuarto de hora.
- Hay cosas importantes y otras que no lo son tanto:
Profesor/a: El ancho de vía española era 15cm mayor que en otros países. Eso es importante.
Alumn@: Pues yo creo que no. Eso es como si te dicen cuánto le media a Espartero.
- Comparaciones de la vida cotidiana, lo mejor para entender cosas de la ciencia:
Alumn@: ¡Jo! Esto de la sustancia anfótera no lo entenderé en mi vida…
Profesor/a: Mira, eso del anfótero es como un bisexual. Cuando le viene mejor se comporta de una manera o de otra.
Y otra:
Profesor/a: Nuestro organismo es como Hacienda, no da nada gratis. No espera… Hacienda es peor.
- Nuevas hipótesis filosóficas:
Profesor/a: ¿Cuál es la hipótesis del “genio maligno” de Descartes?
Alumn@: ¿El Coco?
- Creando sinónimos:
Alumn@ 1: Ufff…. ¡Qué manera de tocar los… los… los…!!!
Alumn@ 2: ¿Los Windels?
Alumn@ 3: ¿Los Kinders?
- Si sigues la lógica, a veces llegas a este tipo de conclusiones:
Alumn@: Los conceptos sin intuiciones son vacios. Las intuiciones sin conceptos son ciegas. Después de leer muchas veces llego a la conclusión de que: los conceptos ven.
Espero haber causado el efecto deseado y si no ha sido así prometo que el próximo será mejor (es lo que tiene dejar de escribir unos cinco años...). PD: Se admiten sugerencias, así como un poco de inspiración gratuita...