Erase una vez una niña que vivía rodeada de todo lo que uno puede desear. Tenía una casa fabulosa, una familia estupenda, unos amigos geniales… Siempre estaba alegre y contenta, vivía el día a día sin preocuparle el futuro lejano, como la mayoría de los niños. El tiempo pasó y la niña se convirtió en una mujercita. Las cosas fueron cambiando. Unos se iban, otros venían, algunos se marchaban para siempre… no le gustaba el curso de las cosas a lo largo del tiempo, quería que todo volviera a ser como antes, como cuando era niña. De repente descubrió que el lugar en el que se encontraba no era otro que el escenario de su propia vida. No se había dado cuenta de que ella era su propia guionista y directora, ella elegía como debía empezar y acabar una cosa… aunque a lo largo del tiempo averiguó que muchas veces sabes cómo empezar un capítulo nuevo pero no sabes ni el curso ni el final del camino…
PD: “Y descubrí que no es cuestión de huevos, es cuestión de orgullo, que ningún capullo va luchar lo tuyo...”
5 comentarios:
No lo he entendido muy bien, pero la cita me gusta.
Qué no lo has entendido?? Solo basta con leer... me estaré volviendo demasiado abstracta y/o esperpéntica?? Me encanta O_O jajaja!!!
Pues yo creo que si que es un poco abstracto.... pero bueno...
Pues yo esperpéntica, pero tambien me gusta , mejor dicho , me encanta
Te insisto en que deberías intentar publicar un libro de relatos cortos
Gracias por el comentario, Panta... pero aún me queda mucho por aprender :)
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